Relato
En el recreo, Silvia le dijo a gritos que la había puesto en ridículo dando la 
contestación buena justo después de que ella se hubiera equivocado, y que una 
amiga ..... Silencio. El boli no era mío, desde luego. Todo el mundo siguió 
callado. -O sea, que no es de nadie. Bueno, en ese caso me lo voy a guardar. 
Irina seguía ...							
